Flash solía ser un talentoso jugador de béisbol, pero comenzó a beber y ahora vende relojes robados en las calles. Un día conoce a Chu Chu, quien, antes de caer en el alcoholismo como él, era un exitoso animador. Ahora todavía baila, pero en las calles, por no más de un centavo o dos. La suerte parece sonreírles el día que encuentran olvidados en algún lugar los documentos gubernamentales robados. Deciden devolverlos a sus dueños legales, pero en lugar del dinero de recompensa esperado, todo lo que obtienen es un montón de problemas.