En The Landlady, un joven llamado Billy Weaver llega a Bath para un viaje de negocios. Buscando alojamiento, se topa con una pensión con un cartel que dice "Bed and Breakfast". Intrigado, decide entrar y es recibido por una encantadora anciana que le ofrece una habitación a un precio muy bajo.
La anciana parece amable y servicial, pero Billy comienza a notar detalles extraños en la casa, como la presencia de dos huéspedes que parecen haber estado allí durante mucho tiempo. A pesar de sus dudas, decide quedarse y acepta una taza de té que la anciana le ofrece.
Con el paso del tiempo, Billy comienza a sentirse mareado y somnoliento, y empieza a sospechar que algo no está bien. Finalmente, descubre que la anciana ha estado envenenando a sus huñespedes y que él podría ser su próxima víctima.
En un intento desesperado por escapar, Billy logra alertar a un vecino y es rescatado a tiempo. La historia termina con Billy agradecido por haber escapado de las garras de la landlady y prometiendo nunca más confiar en extraños.