En El jardín del Edén, se narra la historia de Adán y Eva, la primera pareja humana creada por Dios. Vivían en un paraíso terrenal, rodeados de belleza y armonía.
En este jardín, Dios les dio una única regla: no comer del árbol del conocimiento del bien y del mal. Sin embargo, tentados por la serpiente, desobedecieron y probaron el fruto prohibido.
Como consecuencia de su desobediencia, fueron expulsados del Edén y condenados a vivir una vida de trabajo y sufrimiento. A pesar de esto, Dios les prometió redención a través de su descendencia.
Esta historia simbólica ha sido interpretada de diversas maneras a lo largo de la historia, pero siempre ha servido como una advertencia sobre las consecuencias de desobedecer a Dios.