Basado en la historia real de Jessica McClure, quien se cayó a un pozo de agua abandonado mientras jugaba en el patio trasero de su tía. Estaba atrapada a 22 pies bajo tierra y los rescatistas tardaron 58 horas en sacarla. Existía el temor de que si sacudían demasiado la Tierra con maquinaria, la haría caer más abajo y morir.