Giuliano roba a los ricos terratenientes conservadores para dárselos a los campesinos pobres, como siervos, que a su vez lo aclaman como su salvador. A medida que crece su popularidad, también lo hace su ego, y eventualmente piensa que está por encima del poder de su patrocinador, la mafia Don Masino Croce. El Don, a su vez, se propone matar al advenedizo convenciendo a su primo y consejero más cercano Pissciota para que lo asesine.