El expatriado y viudo Ben Logan se ha mudado de Nueva York a Amberes con su distanciada hija adolescente Amy Logan para trabajar para la corporación tecnológica Halgate Group.
Cuando rompe un sofisticado código de seguridad de un dispositivo, nota que su patente no tiene registro en Halgate y llama la atención de su jefe Derek Kohler.
Ben conoce a Amy y no van a casa; más tarde Ben va con Amy a su oficina y la encuentran completamente vacía.
Además, todos los registros de sus llamadas telefónicas, correos electrónicos, nóminas y cuenta bancaria han desaparecido.
De repente, un compañero de trabajo secuestra a Ben y Amy en el banco, pero Ben lo mata en defensa propia.
Ben encuentra una llave de un casillero en la Estación Central y encuentra fotos de su hija, él mismo y sus compañeros de trabajo.
Su investigación adicional muestra que todos los trabajadores están muertos en la morgue, excepto Derek Kohler.
Pronto Ben descubre una gran conspiración de Halgate Group relacionada con ventas ilegales de armas a África con la participación de agentes de la CIA corruptos.
Pero Ben está en desgracia con la Agencia y no tiene ningún contacto confiable al que recurrir.