Rapunzel lidia con las responsabilidades de ser una princesa y las formas sobreprotectoras de su padre. Si bien ama de todo corazón a Eugene, Rapunzel no comparte su deseo inmediato de casarse y establecerse dentro de los muros del castillo. Decidida a vivir la vida en sus propios términos, ella y su dura dama en espera Cassandra se embarcan en una aventura secreta donde se encuentran con rocas místicas que mágicamente hacen que el largo cabello rubio de Rapunzel vuelva a crecer. Imposible de romper y difícil de esconder, Rapunzel debe aprender a abrazar su cabello y todo lo que representa.