La veterinaria y alcaldesa a tiempo parcial Sarah encabeza un ayuntamiento desesperado por encontrar un médico que mantenga abierta la clínica de la pequeña ciudad. Temen, con razón, que una familia tras otra se mude y la ciudad desaparezca. Sus esperanzas aumentan cuando Bob anuncia que su hijo viudo, Michael, el cirujano y su nieta, lo visitarán por primera vez en años para las vacaciones de Navidad. El intento del alcalde de reclutar a Michael se complica por su historia (su romance en la escuela secundaria) y su vergüenza secreta (que ha perdido la confianza en sus habilidades quirúrgicas hasta el punto de que el hospital de su gran ciudad lo está echando escaleras arriba a un puesto administrativo).