Esta historia comienza cuando José descubre que Nora, la mujer con la que estuvo casado durante 30 años y luego se divorció, se ha suicidado. El rabino explica a José que debido a la celebración de las festividades de la Pascua, junto con algunos otros factores, si Nora no es enterrada ese mismo día, tendrán que esperar casi cinco días para poder realizar el entierro. Resulta que antes de morir, Nora había ideado un plan maquiavélico para que él se hiciera cargo de su funeral. Pero se perdió algo, una fotografía misteriosa dejada debajo de la cama dará lugar a un desenlace inesperado que nos recordará que a veces las más grandes historias de amor se esconden en los lugares más pequeños.