Fariña se centra en contar todos los puntos de vista del tráfico de drogas gallego a lo largo de varias décadas. La serie comienza en la Galicia de los años 80, donde, después de la dictadura de Franco y la crisis pesquera, muchos pescadores gallegos están desempleados y profundamente endeudados.
La escasez económica de los pueblos pesqueros lleva a la desesperación de los habitantes. Ante esta situación precaria, aquellos que traficaban con tabaco aprovecharán la situación para intentar expandir su negocio a uno más peligroso: las drogas.
De esta manera, se pasará al negocio del tráfico de drogas en la costa gallega, donde los encargados del tráfico en la zona contactarán con los líderes de los carteles colombianos para traficar con una sustancia más significativa con una mayor expansión durante los años 80: la cocaína.
Con la expansión del negocio, el 80% de la droga europea llegará a las playas gallegas.