Richie (Rik Mayall) es un ex actor que solo tiene una ambición: ser famoso. Él cree que todo el mundo sabe quién es y, a menudo, tiene la sensación paranoica de que la gente quiere atraparlo. Vive con su cuidador Edward (Ade Edmondson), un borracho. Su agente Ralph Filthy (Nigel Planner) no es muy bueno en su trabajo y, además de ser un agente, está involucrado en algunos negocios bastante turbios. Esta serie sigue los patéticos intentos de Richie de alcanzar el estrellato. No se detiene ante nada para alcanzar su objetivo; incluso contempla matar a su propio padre. La ruptura de la cuarta pared ocurre con mucha frecuencia. Hugh Laurie y Stephen Fry aparecen en un episodio, así como el joven Chris Barrie.