Mia se sienta en el metro. En el otro extremo del vagón, Simian la mira sin que nadie se dé cuenta. La acción se traslada a un bar donde Mia se une a su novio Kevin. Simian viola repentinamente su intimidad. Él apuesta a que puede hacer que Mia se enamore de Kevin, simplemente hablando con ella durante cinco minutos a solas. Mia acepta desafiante el desafío, pero su elección tendrá consecuencias irreversibles.