El sargento Gregory Parker es secuestrado por el matón de las drogas Joe, quien lo entrega a su pariente Kevin y a su confiado e ingenuo protegido Tyler. Para cuando el equipo puede rastrear y rodear el almacén abandonado, Kevin ha encerrado a Parker para que muera a causa de una explosión provocada por el temporizador a causa de la muerte de la madre de su amante, Haley, hace diez años. Los archivos sobre lo que realmente sucedió entonces, clave para el caso, están sellados legalmente.