El 11 de septiembre de 2001, el bombero Stephen Siller dejó el trabajo para encontrarse con sus hermanos para que el "cuarteto perfecto" pudiera jugar una partida de golf. Pero en el camino, la noticia de un avión chocando contra la Torre Norte del World Trade Center llegó a su escáner. Stephen dio la vuelta a su automóvil pero se quedó atascado en el tráfico dentro del túnel de la batería de Brooklyn. Se puso su equipo, corrió por el túnel, fue recogido por el motor 224 y llevado a la Zona Cero, donde luego se convirtió en parte de los 343 miembros heroicos del FDNY que murieron ese día. Pero la historia de Stephen no terminó ahí. Por el amor de su hermano cuenta cómo la familia Siller convirtió la angustia en heroísmo al organizar el túnel Stephen Siller hasta Towers Run. Lo que comenzó con unos cientos de participantes en 2002 y ahora se ha extendido por todo el mundo, recaudando millones de dólares para obras de caridad y manteniendo viva la memoria de Stephen.