En una fría noche de Nochebuena, una pobre niña llamada La Niña de los Fósforos se encuentra en las calles de la ciudad, descalza y sin abrigo.
Para intentar calentarse, la niña enciende fósforos, pero en lugar de calor, solo ve visiones reconfortantes de comida, abrigo y amor.
Finalmente, la niña muere de frío en la calle, pero su alma es llevada al cielo por su abuela, donde finalmente encuentra la paz y el calor que tanto anhelaba.