Por lo general, resulta diferente de lo que cree. La hija del empresario Isabella Meinhardt tuvo que experimentar esto cuando regresó a Alemania después de estudiar durante años en el lejano Japón. Su padre Friedrich le pidió que volviera a casa, e Isabella está convencida de que ya conoce la razón de esto: debería hacerse cargo de la dirección de las fábricas de automóviles tradicionales de Meinhardt a su lado. La conmoción es aún mayor cuando se entera del verdadero motivo de su visita: frente a la multitud reunida, el viudo Friedrich no anuncia su colaboración con su hija, sino su compromiso con la fiscal Viola Kassen. Isabella, que no tenía idea de la nueva mujer al lado de su padre, está atónita. Ella y su padre siempre han tenido una relación muy distante, y esta vez Isabella se siente ignorada por esto de dos maneras. Quiere irse de inmediato, decepcionada y enojada. Para evitar una ruptura con su hija, Friedrich cede. Isabella debería tener su oportunidad en el ...