Karen, profesora de matemáticas, se ve envuelta en un accidente de tráfico del que no tiene la culpa. El accidente provoca la muerte de una niña en una scooter. Aunque inocente, la joven está angustiada, más cuando descubre que la niña muerta, Miriam, no es otra que la hermana de su alumno, Lukas. Cuanto más le aseguran todos a su alrededor que ella no tiene la culpa de la muerte de la niña, más culpable se siente Karen. Para ella, el accidente es como una ecuación que simplemente no cuadra. En un intento por compensar sus acciones, al menos en parte, comienza a darle a Lukas lecciones adicionales de matemáticas. Pero, consumido por su dolor, el chico quiere mucho más de ella.