Werner Herzog sigue a los montañistas Hans Kammerlander y Reinhold Messner durante su expedición para escalar las montañas Gasherbrum, que tiene algunos de los picos más difíciles de conquistar, y lo harán sin el uso de tanques de oxígeno. Herzog también se toma un tiempo para escuchar sus experiencias pasadas con otras montañas, sus tragedias personales y las razones por las que están tan involucrados en tal actividad.