En 1903, en la isla de Hiva Oa en las Marquesas, un francés sifilítico y alcohólico llamado Paul Gauguin murió de un ataque al corazón. En ese momento, nadie se dio cuenta del impacto increíble que la obra de Gauguin tendría en el arte moderno.
El crítico de arte y presentador de televisión Waldemar Januszczak escribió y dirigió esta exploración de un hombre que no solo fue un gran pintor, sino también escultor, tallador de madera, músico, grabador, periodista y ceramista.
Además de contar la notable historia de la vida de Gauguin, Januszczak también celebra los logros de Gauguin y examina las diversas acusaciones de conducta sexual inapropiada, negligencia familiar y racismo que con frecuencia se hacen en su contra.
La película contiene muchas de las obras maestras de Gauguin e incluye pinturas exhibidas en el Hermitage en San Petersburgo que no se han visto en público desde su desaparición durante la Segunda Guerra Mundial.