Al aceptar mudarse temprano de su antiguo departamento para ayudar a otros, Ichiro aparece inesperadamente para mudarse a su nuevo lugar en Nochebuena, un par de semanas antes de lo previsto. Cuando comienza a desempacar, es acosado por una serie de vendedores en su puerta y, como resultado, ya no está de humor para hacer concesiones cuando dos visitantes extrañamente vestidos y amanerados, Nana y Mel, llegan e insisten en que él y sus posesiones obstaculizan sus planes de celebrar una fiesta de Navidad que no pueden reprogramar. En la subsiguiente batalla por la posesión del local, la pareja parece tener algunas ventajas injustas. Por ejemplo, a Ichiro le resulta frustrante que solo él pueda ver la extraña pareja. Está en juego si se puede hacer y servir la sopa fantasma.