Jesse tiene nueve meses de embarazo y vive con su esposo, Hank, subempleado, en una casa móvil en ruinas en un parque de casas rodantes oxidado. Durante una tarde de charla, Jesse descubre que Hank ha estado pasando tiempo con Bonnie, su joven vecina bovina. Jesse está herido y furioso, y Hank está a la defensiva, alegando que el bebé lo ha echado. Mientras Hank está en otra parte, la otra mujer hace una visita sorpresa a Jesse. Comienza la curación, y cuando comienza el trabajo de parto de Jesse, es Bonnie quien viene al rescate.