Reciclando elementos del surrealismo y el cubismo, este corto animado de Theodore Ushev se centra en la relación entre arte y guerra. Impulsada por el exaltado tema de la "invasión" de la Sinfonía de Leningrado de Shostakovich (núm. 7), la película presenta imágenes de frentes de combate y masacres, que nos llevan de Dresde a Guernica, de la Guerra Civil española a Star Wars. Es a la vez una sinfonía que sirve a la máquina de guerra, que conmueve a las masas, y un arte que llora a los muertos, expresa su indignación y clama por la paz.