En casi 20 años, el detective Dave Reichert del Departamento del Sheriff del Condado de King investigó una serie de brutales asesinatos cometidos por un asesino en serie que se hizo conocido como el Asesino del Río Verde, debido al lugar donde se encontraron algunos de sus primeras víctimas.
Todas las víctimas eran mujeres involucradas en la prostitución. La policía utilizó las herramientas disponibles en ese momento, incluido un perfilador del FBI. Incluso entrevistaron al asesino en serie Ted Bundy, quien estaba en el corredor de la muerte en ese momento y ofreció su visión sobre el asesino.
Varios hombres cayeron bajo sospecha y fueron entrevistados detenidamente, y en un momento, Reichert estaba convencido de conocer la identidad del asesino. No fue hasta que se implementó el emparejamiento de ADN que tuvieron la evidencia para proceder.
Finalmente, el asesino admitió haber matado a 71 mujeres.
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Green River: Die Spur des Killers
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