Génova, durante los años del plomo. Los miembros de la célula local de las Brigadas Rojas intentan irrumpir en la planta de Italsider pero se encuentran cara a cara con los sindicalistas y, más concretamente, con uno de sus líderes, Guido Rossa. Por primera vez en su historia, las Brigadas Rojas deciden matar no solo a un trabajador sino también a un sindicalista. Guido Rossa fue asesinado el 24-1-1979, ocho meses después del asesinato de Aldo Moro.