El padre de Hamid (8) ha desaparecido. Su madre Ishrat se ha vuelto indiferente hacia Hamid y el mundo entero después del incidente. Descuidado y solitario, con un corazón en busca de respuestas, Hamid Star mira con la esperanza de conocer a su padre. El número 786 siempre desconcertó a Hamid. Un día, un maestro le dice a Hamid que este es el número de Dios. Usando el viejo teléfono móvil de su padre, después de probar diferentes combinaciones, finalmente logra conectarse con una persona, de quien está convencido que es Dios. En el otro lado está Abhay, un CRPF Jawaan de nudillos duros. La llamada telefónica de Hamid, aunque sorprendente al principio, intriga a Abhay, quien se dedica a complacer a Hamid. Estos dos, sin saberlo y sin querer, cambian el mundo del otro para mejor.