Después de la muerte de su madre, Chan Kai-yuk se siente tan solo que se va de Guangzhou a Hong Kong para buscar al padre que los abandonó a él y a su madre. Pero las esperanzas de Yuk se ven frustradas al encontrar que su padre tiene una nueva familia y lo considera una carga. Solo y sin hogar, Yuk es acogido por la tía Fen, una reclusa de mediana edad que lleva una existencia solitaria. Al principio, sus diferentes hábitos y personalidades conducen a numerosas disputas, intensificadas por el egocentrismo de Yuk y el extraño temperamento de Fen. A medida que pasa el tiempo, Yuk descubre que Fen se encuentra en las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer. El descubrimiento sirve inesperadamente como catalizador para el crecimiento del joven como un amigo cariñoso. Por primera vez en su vida, Fen se siente verdaderamente bendecida. Pero es una situación plagada de ironía debido a la naturaleza de su enfermedad y a la creciente evasión de sentimientos y recuerdos.