Martin es un perdedor total, por quien nadie se preocupa. Cuando no consigue un puesto como guitarrista en la banda de Lindsay y pierde su trabajo en el camino, hace un trato con una sacerdotisa vudú. Ella le promete el cumplimiento de todos sus sueños si él le jura obediencia. Se convierte en una estrella de rock y tiene muchas mujeres, pero para sobrevivir, tiene que matar a otras personas.