Hace años, dos líderes lucharon por su mundo natal, Eternia, un mundo fantástico donde la compasión lucha contra la codicia. Donde uno se convirtió en el buen Rey Randor, el otro se convirtió en el monstruo Skeletor que planea levantarse una vez más y conquistar Eternia. Para proteger el reino, los poderes místicos del castillo Grayskull eligieron a un héroe: el hijo adolescente, perezoso e impulsivo de Randor, el príncipe Adam. Aunque un poco reacio a asumir una nueva identidad secreta, a Adam puede que no le importe el nombre He-Man una vez que puede ayudar a su padre.