Después de una fuga de la prisión, la autoproclamada inspectora de boletos Gloria y la ladrona feminista Lin se esconden en una casa de campo remota en Brandeburgo. Allí son sorprendidos por cuatro hombres que vienen aquí más o menos voluntariamente para terapia. Para mantener su escondite y escapar de la persecución, Lin y Gloria tienen que improvisar. Sin más preámbulos, asumen el papel de terapeutas.