El ex abogado Bobby Myers relata su primera incursión en el negocio del cine canadiense alrededor de 1979, cuando la entonces floreciente industria cinematográfica canadiense estaba pasando por algunos dolores de crecimiento. Quería que su primer proyecto como productor fuera contado por canadienses sobre temas cercanos al corazón canadiense. Como tal, adquirió los derechos de Lantern Moon, una amada novela canadiense escrita por Lindsay May Marshall. Rápidamente se dio cuenta de que producir una película en Canadá, especialmente para obtener financiamiento, requería mucho compromiso, más específicamente elegir a una gran estrella de Hollywood para el papel principal. La estrella que firma, Michael Baytes, viene con mucho equipaje. Esos compromisos llevan a muchos problemas entre la visión canadiense y el deseo de algunos de hacer la película más "estadounidense", especialmente de Baytes ultrapatriótico y paranoico. A pesar de todo, el cineasta Sandy Ryan lo filma todo, bueno y malo, para un documental del "making of". Pero Sandy tiene su propia agenda ya que al mismo tiempo filma su propia película de bajo presupuesto ...