Todos los días Paul cruza un canal que separa el centro de la ciudad de Ámsterdam del lado norte, donde su amante Christiaan vive y lo espera. Una rutina querida para ambos, hasta que un día Paul conoce a Claire, quien comienza a seducirlo en su propio universo, el Hotel Paradijs. Claire convierte a Paul en el público de su propia obra: una obra en la que los papeles se invierten y en la que Paul está indudablemente atraído.