Un estudio de danza multicultural, Planet Funk Academy, ubicado en un vecindario de clase alta de Houston, debe luchar contra una campaña para cerrarlo en el Ayuntamiento. En el corazón de la película, los fuegos artificiales son provocados por una confrontación en la vida real entre los bailarines y el personal del Ayuntamiento en un escenario dramático similar a una sala de audiencias. A lo largo de la película se integran asombrosas escenas de baile, desde hip-hop hasta bailes de salón, a medida que las historias sentidas de los propios bailarines retratan vívidamente sus luchas por prevalecer contra abrumadoras diferencias culturales, enemigos poderosos y el propio sistema legal de la ciudad.