El video musical de la canción ha contribuido a su gran popularidad. El clip, dirigido por Brendan Canty y Conal Thomson de la pequeña productora Feel Good Lost, sigue la relación entre dos hombres y la posterior reacción violenta homofóbica. Tras su lanzamiento en YouTube en septiembre de 2013, el video rápidamente comenzó a volverse viral, lo que llevó a la posterior licencia de Hozier con Columbia Records US e Island Records UK.