Inuyasha y compañía finalmente han destruido a Naraku. Y cada uno comienza a ir por caminos separados. Sango va a buscar a su hermano menor Kohaku; Miroku de regreso a su antiguo hogar; Inuyasha, Kagome y Shippou van a recoger el resto de los fragmentos de Shikon. Lamentablemente, esta paz no durará. Poco después sale la luna llena, y sigue saliendo cada noche trayendo consigo la promesa de peligro. Kagura y Kanna van en busca de un espejo, donde encerrado dentro está el gobernante de la noche eterna, Kaguya. Para liberarla, deben reunir cinco artículos y arrojarlos a los cinco lagos de Fuji. Dejarla libre significa el peor peligro para Inuyasha y los demás. Que se ven obligados a afrontar esta nueva amenaza.