Tarde para una reunión, Kotoko corría por el pasillo de la escuela y se topó con Naoki, sus labios se encontraron. Naoki mostró su disgusto, pero Kotoko comenzó a idolatrarlo, quien era bueno en todo, desde estudios hasta deportes. Cuando la casa de Kotoko se quemó, la buena amiga de su padre, Machiko, los invitó a mudarse con su familia. Fue entonces cuando Kotoko se dio cuenta de que Naoki era el hijo mayor de Machiko, quien asumió el papel de un hada madrina para unir a los dos ... a pesar de que Naoki estaba disgustado. Sin desanimarse, la torpe y no tan brillante Kotoko comenzó a hacer todo lo que pudiera cambiar su impresión sobre él. Poco a poco, el helado Naoki al que no le gustaban las chicas comenzó a sentir algo por Kotoko.