El fotógrafo Jonas (Dino García) y la adolescente Julia (María Renée Prudencio) viven el romance cargado de aventura erótica en el sótano oscuro y húmedo de la vieja casa donde instala su laboratorio de desarrollo. Ella es la hermana de Talía (Claudia Lobo), su esposa y ambas son hijas de un fabricante de ataúdes que sueña con tumbas faraónicas. La película muestra el auge del narcotráfico, comercio ilegal en el que está involucrada la familia de Julia, la misma que acaba casándose con Grigotá (Milton Cortez) hijo de un narco poderoso.