En 1949, Mao Zedong lideró al Ejército Popular de Liberación en la Revolución China, logrando la victoria sobre el gobierno nacionalista de Chiang Kai-shek.
Tras la proclamación de la República Popular China el 1 de octubre de 1949, Mao se convirtió en el líder supremo del país, estableciendo un régimen comunista que transformaría radicalmente la sociedad china.
La llegada al poder de Mao marcó el inicio de una nueva era en China, con políticas como la colectivización agraria y la eliminación de la propiedad privada, que tuvieron un impacto profundo en la economía y la vida de millones de chinos.
La figura de Mao Zedong se convirtió en un símbolo de la revolución comunista en China y su legado sigue siendo objeto de debate y controversia hasta el día de hoy.