Las damas del banco no son solo compañeras de trabajo. También son amigos, confidentes y rivales. Las señoras de la oficina hacen lo que la mayoría de las mujeres hacen: trabajar, chismear, hablar mal, criticar, dar actitud y pasar tiempo en el vestuario intercambiando propinas. Estas chicas también salen y socializan para el almuerzo y después del trabajo.