En la vida hay plata y plomo, dice Rikki Ortega, mientras se mueve para ser el rey de la calle en "Ánglio", el lado este de Los Ángeles. Hermanos mayores y un cuñado se interponen en su camino. Mientras piensan que están expulsando a los Rojas, una pandilla local que maneja el comercio de metanfetamina para los jefes en Cabo San Lucas, Rikki está ejecutando una elaborada travesura con su propia familia. No está contento solo con dirigir esta estafa fratricida, también quiere cobrar todo lo que pueda de los cien kilos de metanfetamina que le robó a los Rojas (y a los mexicanos), seducir a la novia de una de sus víctimas y adelantarse a un policía que era amigo de la infancia. ¿Terminará con la plata?