Una mujer y tres hombres. Nina, que ha venido a París para actuar y duerme con cualquier hombre que tenga a mano, conoce a Paulot, un joven agente inmobiliario; él queda prendado. También conoce al compañero de piso de Paulot, Quentin, un obsesivo que la acecha. Para el celoso disgusto de Paulot, ella está dispuesta a dormir con Quentin y quiere la amistad de Paulot.
Después de un acto desesperado de Quentin, Nina y Paulot comparten un piso, pero ella aún no lo acepta como amante; en cambio, su energía se centra en una producción de "Romeo y Julieta" dirigida por un hombre distante e intenso que se convierte en su figura paterna. El fantasma de Quentin la atormenta, Paulot quiere terminar todo contacto y el director planea regresar a Londres. El arte del teatro puede ser su único refugio.