En un pequeño pueblo llamado Belén, nació un niño que cambiaría el mundo para siempre. Este niño, llamado Jesús, fue anunciado por ángeles y seguido por tres sabios de oriente que le llevaron regalos de gran valor.
María y José, los padres de Jesús, tuvieron que huir a Egipto para proteger al niño de la ira de Herodes, el rey que temía perder su trono ante el nuevo rey prometido.
Jesús creció en sabiduría y gracia, realizando milagros y enseñando a las multitudes sobre el amor y la bondad. Su mensaje de paz y perdón resonó en los corazones de todos los que le escuchaban.
Finalmente, Jesús fue crucificado en una cruz, pero su muerte no fue en vano. Tres días después, resucitó de entre los muertos, demostrando su poder sobre la muerte y el pecado.
La historia de Jesús en Belén es un recordatorio de la esperanza y la redención que trae consigo la Navidad, un momento para celebrar el nacimiento del Salvador del mundo.