El siglo VII es la época de la Gran Migración de los Pueblos. Bajo la presión de los invasores, las tribus proto-búlgaras de Khan Kubrat se ven obligadas a dividirse en cuatro partes con la esperanza de que una sobreviva. Durante veinte largos años, el hijo menor de Kubrat, Khan Asparoukh, llevó a su gente a través de muchas tierras extranjeras para encontrar finalmente una nueva patria en la península de los Balcanes y esta vez para siempre. La historia la cuenta el bizantino Velisarius, rehén del búlgaro que presencia toda su difícil marcha. Ve el sufrimiento de la gente a la que ya siente cerca de su corazón y el drama personal de su Khan Asparoukh. En 681, en alianza con las tribus eslavas locales, el proto-búlgaro asestó un golpe decisivo a numerosos ejércitos bizantinos, por lo que hace 13 siglos se sentaron las bases del estado y la nación búlgaros.