Luca, un banquero, está desesperado por tener hijos, pero su compañera, Francesca, no está tan interesada. La pareja se separa y él se propone encontrar una mujer para tener a su hijo. Intenta por todos los medios lograr lo que ahora es una obsesión para él y cree que Francesca y Luca son una pareja probada y aparentemente feliz. Pero, mientras Luca comienza a sentirse listo para ser padre, Francesca no tiene ganas de renunciar a los logros que ha logrado, a su independencia, a su trabajo. El deseo de paternidad de Luca se materializa gradualmente hasta convertirse en una obsesión. Cree haber encontrado una alternativa viable primero en un solo colega, luego en un par de mujeres que llevan un tiempo juntas y que, entre muchas preguntas, quisieran un hijo. No todo es tan simple como parece. ¿Es correcto concebir un hijo sin una figura masculina a su lado? Y entre los que quieren un hijo y los que no, ¿quién es el verdadero egoísta?