Érase una vez una niña llamada Nina. Nacida en Crimea, ella y su madre se fueron del país a Francia. Ella solo tenía tres años cuando se establecieron en la ciudad de Meudon. Allí, la madre de Nina se convirtió en profesora de baile y la niña pronto se convirtió en una pequeña figura: bailarina. Después de tomar clases con nombres famosos de bailarinas rusas (Trefilova, Preobrajenja, Egorova) se convirtió en bailarina en una compañía. En 1946, un buen hada llamada Roland Petit la eligió para protagonizar el ballet «Les Forains» de Henri Sauguet. Tres años después continuó el milagro para la pequeña refugiada de Meudon, el inmenso coreógrafo Serge Lifar la llamó para reemplazar a la bailarina estrella de la Ópera de París, Yvette Chauviré. Ahora era una primera bailarina. Combinando su alto nivel técnico con el gusto por el lirismo, el misticismo y la expresividad, avanzó su carrera en la compañía del Marqués de Cuevas. Hasta mediados de la década de 1960, consideró que había llegado el momento de jubilarse y de transmitirse. ...
Reproducir | Título | Artista |
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Les cahiers retrouvés de Nina Vyroubova
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Phèdre
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Georges Auric:
Artista
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La Sonnambula
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