Después de 17 años Lucía, la llanera, es liberada de prisión donde estuvo a punto de ser ejecutada en el garrote pero fue perdonada milagrosamente de tan silenciosa y cruel muerte justo a tiempo. Su hijo Juan nació adentro y no conoce el mundo exterior ni a su padre, Lizard, el notorio bandolero. Después de muchos años de prisión, madre e hijo harán todo lo posible por disfrutar de su nueva libertad, a pesar de ser perseguidos por bandas de bandidos y los pistoleros del Gobernador. Lizard, Aceituno y el Gobernador la persiguen, pero simultáneamente se persiguen entre sí. En la España de principios del siglo XIX, no hay sitio para todos, y mucho menos para los traidores.