Se pidió a 40 directores internacionales que hicieran un cortometraje utilizando el Cinematographe original inventado por los hermanos Lumière, trabajando en condiciones similares a las de 1895. Había tres reglas: (1) La película no podía durar más de 52 segundos, (2) no se permitió ningún sonido sincronizado y (3) no más de tres tomas. Los resultados abarcan desde la broma de Zhang Yimou que frustra las convenciones hasta la extraña epopeya en miniatura de David Lynch.