Alina y Voichita son amigas desde sus días en el orfanato. Y han sido amantes desde que alcanzaron la madurez sexual. Pero a pesar de su juramento de fidelidad mutua, Alina, que ya no podía soportar la pobreza, emigró a Alemania, donde se convirtió en camarera. Ahora simplemente no podía tomar el alejamiento de Voichita y hoy está de regreso a Rumania con miras a llevar a Voichita con ella a Alemania. El único problema es que mientras tanto su novia la ha traicionado al enamorarse de ... ¡Dios! De hecho, Voichita ahora vive en un convento donde planea hacer votos. El sacerdote acepta, aunque de mala gana, acomodar a Alina antes de su (hipotética) partida. Él ve muy bien que la joven no solo es materialista sino también hostil y problemática ...