Trevor es un skinhead de 16 años, a veces violento, sin respeto por la autoridad, y prefiere pasar su tiempo robando autos que sentado en el centro de detención al que lo envían. Su trabajador social, Harry Parker, intenta hacer todo lo posible, pero a Trevor solo le interesa cuando hay algo que puede sacar de ello. Las autoridades dentro del centro tratan de hacer que Trevor se ajuste a las normas de la sociedad, pero él no se da cuenta y prefiere hablar en un torrente de palabras de cuatro letras y abuso racial.