En "Mark Loves Sharon", la superestrella del deporte australiano, Mark Wary, revela todo al invitar a las cámaras a su hogar para grabar una serie de realidad de celebridades que muestra el lado privado de este controvertido y muy público ícono deportivo.
En un intento por cambiar su imagen de chico malo y revelar su lado sensible y cariñoso, Mark y su sufrido manager, Jerry, deciden abrir la vida de Mark a un equipo de documentalistas observacionales.
Puede haber sido una buena idea para Ozzy Osbourne, Jessica Simpson, Gene Simmons, Paris Hilton, Hulk Hogan y los Beckham, pero "Mark Loves Sharon" revela mucho más de Mark de lo que él, o Jerry, jamás pretendieron.
No falta la tensión en la extravagante mansión de Wary mientras la hermosa pero temperamental novia de Mark, Sharon, intenta mantener su mirada errante bajo control; sus leales amigos, Sledge y Tomo, viven de manera desenfrenada la vida del séquito de celebridades leales; y el manager y nervioso, Jerry, intenta valientemente mantener todo el tren de Wary en marcha.
En medio de esta tormenta, Mark mismo está tratando de ser el hombre que Sharon quiere que sea. Además, intenta mantener un hogar feliz, a pesar de las facciones en guerra y las diversas tentaciones e indulgencias que inevitablemente se le ofrecen a una superestrella deportiva de su calibre.
No siempre tiene éxito y a menudo se encuentra teniendo que enfrentar otra conferencia de prensa para disculparse por el último de una larga lista de fechorías.
No es fácil ser un héroe deportivo australiano, solo pregúntale a Wayne Carey, Ben Cousins, Willie Mason, Brendan Fevola, Nick D'Arcy, Lleyton Hewitt, John Steffenson...o incluso Shane Warne. "Mark Loves Sharon" nos permite conocer al hombre detrás del mito y nos brinda una notable visión del personaje conflictivo, imperfecto, ridículo pero en última instancia adorable que hace de Wary el ícono nacional que es.