En la década de 1970 en Nueva York, Martha Cooper capturó el nacimiento del movimiento mundial del arte del graffiti. Décadas más tarde, es celebrada como un ícono y, a sus 75 años de edad, continúa documentando no solo el dinámico movimiento del arte callejero y el graffiti, sino que también ha producido décadas de fotografías que capturan la humanidad y la alegría de las personas que viven al margen de sociedad, dentro de subculturas que, si no fuera por Martha, permanecerían invisibles.